Durante los últimos años en Europa ha aumentado el interés por la fabricación de tarimas composite de exterior a base de madera natural, es decir aquellas en las que las fibras tradicionales se mezclan con polímeros reciclados obteniéndose un compuesto con excelentes propiedades estructurales y mecánicas para la fabricación de madera y suelo composite para exterior sin mantenimiento.
La enorme popularidad de estos innovadores componentes se debe, principalmente, a su éxito comercial en el mercado americano junto con la subida de los precios de los polímeros estándar procedentes de la industria petrolífera.
No obstante, los estándares ecológicos y medioambientales también juegan un papel cada vez más destacable en el proceso de desarrollo de nuevos materiales. Por lo que se están invierto enormes recursos a lo largo de todo el mundo y, más concretamente, en Europa con el fin de desarrollar componentes estructurales complejos y multifuncionales hechos de composites a base de celulosa y madera para su uso en diferentes campos y donde es de especial interés en construcción.
En esta línea las tarimas y mobiliario para exterior son una apuesta segura, no sólo porque el material responde de manera perfecta al contacto con el entorno y climatología extrema, sino que además, en la actualidad, se pueden construir en multitud de formatos y colores, permite adaptarse a cualquier espacio y permanecen impecables durante años.
Las ventajas, constructivas y medioambientales, del material en todos los campos de aplicación posibles son tan evidentes que las diferentes comunidades están apostando e invirtiendo de manera ferviente en lo que consideran una apuesta segura de presente y futuro.